Rafael Caro Quintero, de 72 años, se declaró no culpable ante un tribunal federal en Brooklyn de los cargos de narcotráfico, crimen organizado y uso ilegal de armas de fuego. Según informes oficiales, el exlíder del cártel de Guadalajara fue extraditado a Estados Unidos el jueves, junto con otros 28 presuntos narcotraficantes, en un acuerdo de cooperación entre ambos países.

Al respecto, la Fiscalía estadounidense señaló que las acusaciones podrían conllevar sanciones severas, incluyendo la pena de muerte. Por su parte, el gobierno mexicano cumplió con la solicitud de extradición como parte de una de las mayores colaboraciones entre las autoridades de ambos países en años recientes, enfocadas en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

En relación con el juicio, Caro Quintero compareció ante el juez federal Robert Levy y reiteró su declaración de inocencia. De acuerdo con fuentes judiciales, el caso continuará con la presentación de pruebas tanto por parte de la defensa como de la Fiscalía, aunque aún no se ha fijado una fecha para la siguiente audiencia.

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Cabe recordar que, el historial de Caro Quintero está marcado por su condena de 28 años en México, tras su implicación en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985. Según documentos judiciales, su cártel fue uno de los más poderosos en América Latina durante los años 80, y su influencia persiste, pues se vincula al actual cártel de Sinaloa.

Por otro lado, este proceso judicial se da en un contexto de creciente tensión entre México y Estados Unidos, particularmente por el tráfico de fentanilo y los flujos migratorios. Además, Trump amenaza con imponer aranceles de hasta un 25 % a los productos mexicanos, a partir del 4 de marzo, debido a lo que considera avances insuficientes en el control de estas problemáticas.