
México se encuentra en un momento trascendental en su historia, ya que el próximo domingo 2 de junio se llevará a cabo una elección que podría marcar un precedente en el país: la posibilidad de tener a su primera mujer presidenta en el poder. Las principales candidatas son Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, quienes han estado haciendo campaña en plataformas opuestas centradas en abordar los problemas apremiantes de México.
Con un récord de más de 98 millones de ciudadanos habilitados para votar, se espera que estas elecciones sean las más concurridas de la historia del país. Esto demuestra el compromiso de los mexicanos con su democracia y su interés en participar en la elección de sus líderes.
Qué es lo que proponen?
La principal candidata en la carrera es Claudia Sheinbaum, actual alcaldesa de Ciudad de México y miembro del partido de izquierda Morena, tiene una fuerte ventaja en las encuestas con un promedio de 55% de apoyo. Ha prometido continuar con las políticas progresistas de la administración actual y abordar de frente los problemas de pobreza y desigualdad.
Su principal competencia es Xóchitl Gálvez, senadora y empresaria del partido de centroderecha PAN, va detrás de Sheinbaum con sólo el 33% de apoyo en las encuestas. Ha centrado su campaña en abordar la escalada de violencia y tráfico de drogas en el país, abogando por una postura más dura contra los cárteles.
Las elecciones llegan en un momento crítico para México, ya que el país ha estado plagado de una espiral mortal de violencia. Desde 2006 se han registrado más de 450.000 homicidios y 100.000 personas desaparecidas, y las mujeres se han visto especialmente afectadas por los altos índices de violencia contra ellas en el país.
Además de estas cuestiones apremiantes, el resultado de las elecciones también tendrá un impacto significativo en la relación del país con Estados Unidos, su mayor socio comercial. Con las elecciones estadounidenses acercándose en noviembre, el próximo presidente de México tendrá que afrontar los posibles cambios en la relación entre las dos naciones.
El candidato seleccionado también tendrá que abordar importantes cuestiones sociales, como la pobreza y la desigualdad sin elevar el déficit fiscal (5%). El presidente saliente, López Obrador, ha sido popular por implementar programas sociales que sacaron a millones de la pobreza.
El choque de visiones entre Sheinbaum y Gálvez refleja las opiniones divididas dentro de México sobre cómo abordar los problemas del país. Cuando los votantes acudan a las urnas el domingo, tendrán que decidir entre la continuidad y el cambio, y el impacto de su decisión moldeará el camino de México durante los próximos seis años.
Mientras México se prepara para esta elección histórica, queda por ver qué cambios y nueva dirección elegirán los votantes para su país. Pero una cosa es segura: esta elección tiene implicaciones significativas no sólo para México sino también para su relación con el resto del mundo.
Con información de EFE Y AP