El Festival de música “Mexcla” de Spotify, celebrado en la Ciudad de México el 2 y 3 de noviembre, dejó para el recuerdo el espectáculo Ofrenda de Silvana Estrada, que se destacó como una presentación profundamente artística y emotiva. 

En un evento dominado por la energía vibrante del reguetón mexa y la fiesta del regional mexicano, Silvana se erigió como un contraste absoluto, recordando al público que la música, además de entretener, puede elevarse al nivel de arte.

Silvana Estrada: una artista en toda su expresión

La presentación de la artista el domingo fue una experiencia de conexión y sensibilidad, en la que cada detalle estuvo cuidado con precisión. Con una voz sincera y una interpretación que iba mucho más allá de la técnica, Estrada dio muestra de ser una artista completa. 

Durante su show, inspirado en la tradición del Día de Muertos, la cantante mostró su destreza con los instrumentos, el cuidado en los arreglos musicales y la pulcritud en el sonido, que revelaron su dominio del escenario.

Además, adornó cada canción con una gran interpretación, regalándole a los presentes momentos muy emotivos, mostrando así que no es solo una cantante: es una artista en el sentido pleno de la palabra. A diferencia de otras actuaciones en el festival, donde el principal objetivo era hacer vibrar a la multitud, Silvana ofreció un espectáculo que exploraba las emociones y la tradición.

La música como arte vs. la música como espectáculo

En este sentido, la diferencia entre la música como espectáculo y la música como arte se percibió en cada aspecto de su actuación. Mientras la mayoría de los artistas en el “Mexcla” buscaban encender el ambiente con ritmos intensos, la artista se centró en transmitir emoción y profundidad a través de los detalles planeados, desde los arreglos —que respetaban la atmósfera y profundidad de cada canción— hasta la puesta en escena, que mantenía un enfoque en la esencia de la música misma.