El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que Elon Musk, el multimillonario CEO de Tesla, ha sido designado para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un programa impulsado por la administración para reducir el gasto público en agencias federales. Esta revelación ha generado controversia, ya que parece contradecir la información proporcionada por la Casa Blanca en días anteriores, donde se había indicado que Musk solo desempeñaba un rol como asesor senior del presidente, sin autoridad sobre el mencionado programa de reducción de costos.
De acuerdo con lo informado en un expediente judicial presentado el lunes, la Casa Blanca había afirmado que Musk no estaba a cargo de DOGE ni tenía injerencia en la ejecución de las políticas de recorte. En este documento, se explicó que su función en el gobierno se limitaba a ser un empleado de la Casa Blanca, sin ningún poder formal para supervisar el programa de eficiencia.
“Firmé una orden creando el Departamento de Eficiencia Gubernamental y puse a un hombre llamado Elon Musk a cargo”, expresó Trump durante un evento con inversionistas y empresarios en Miami. Con esta declaración, el presidente desmintió parcialmente lo dicho por la Casa Blanca, sugiriendo que Musk no solo tiene un papel consultivo, sino que tiene el control total sobre el programa destinado a la reestructuración del gobierno.
Desde que asumió su segundo mandato, Trump ha impulsado reformas significativas dentro del gobierno federal, siendo una de las más destacadas la creación de DOGE mediante una orden ejecutiva firmada en su primer día de mandato. Sin embargo, en dicho documento no se especificaba quién sería el encargado de dirigir el programa. Esta ambigüedad ha generado inquietud y múltiples preguntas, que aún no han sido aclaradas por los funcionarios de la Casa Blanca.
En cuanto a la implementación de DOGE, el objetivo principal del programa es eliminar el gasto innecesario en agencias federales, lo que ya ha resultado en la reducción de miles de empleos públicos. Musk, conocido por su estilo disruptivo y su éxito en Tesla y SpaceX, fue elegido para liderar esta reestructuración, un esfuerzo que ha suscitado tanto apoyo como críticas, especialmente sobre las posibles repercusiones económicas y sociales de los recortes.
“Ellos mismos lo estarán reportando”, dijo Trump al referirse a un sistema en el cual se incentivaría a los ciudadanos a identificar y denunciar el desperdicio de recursos dentro del gobierno. Según el presidente, el 20% de los ahorros generados por DOGE se destinarían directamente a los ciudadanos en forma de un “dividendo”, mientras que otro 20% se utilizaría para reducir la deuda nacional. Este plan, según Trump, incentivaría a la población a participar activamente en la reducción del gasto público, beneficiándose directamente de los ahorros obtenidos.
Por su parte, Musk expresó en sus redes sociales que “consultará con el presidente” sobre la viabilidad de un “Dividendo DOGE”, una idea que podría transformar la relación entre el gobierno y los contribuyentes, ofreciendo una devolución de parte de los ahorros derivados de los recortes de gasto. Sin embargo, este plan no ha estado exento de controversia, ya que algunos críticos temen que los recortes puedan afectar a sectores vulnerables de la sociedad.
A pesar de las preocupaciones sobre los posibles conflictos de interés debido a sus múltiples negocios, la Casa Blanca ha asegurado que Musk se apartará de cualquier decisión que implique un conflicto personal. No obstante, la falta de claridad sobre su rol específico dentro del DOGE sigue siendo un tema central de debate