Este martes, millones de estadounidenses están acudiendo a las urnas para decidir el futuro del país en una de las contiendas presidenciales más reñidas y polarizadas de los últimos tiempos, pues la competencia entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris está marcada por una serie de eventos sin precedentes que dieron forma a esta carrera: la sorpresiva retirada del presidente Joe Biden, dos intentos de asesinato contra Trump y el meteórico ascenso de Harris.
Como resultado de estos giros inesperados, y tras una campaña frenética con gastos multimillonarios, el desenlace sigue siendo incierto, especialmente en los estados clave.
Según los datos más recientes, las encuestas de opinión muestran que los candidatos se encuentran prácticamente empatados en siete estados determinantes: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Asimismo, un sondeo de Reuters/Ipsos señala que la población votante está dividida notablemente por género: mientras Harris lidera entre las mujeres con una ventaja de 12 puntos porcentuales, Trump se sitúa al frente entre los hombres con un margen de 7 puntos.
Polarización y campañas intensas
Esta competencia electoral refleja un Estados Unidos profundamente polarizado. Las campañas de ambos candidatos muestran visiones completamente opuestas para el país. Por su parte, Harris ha advertido reiteradamente que un segundo mandato de Trump representaría una amenaza para la democracia, ya que el expresidente promueve que cualquier derrota solo podría ser resultado de un fraude.
“Cualquier derrota sería producto de un fraude masivo”, ha insistido Trump, sugiriendo que podría declararse vencedor la misma noche de las elecciones, incluso si millones de votos aún no se han contabilizado, similar a lo ocurrido en 2020.
Trump y sus estrategias para movilizar a su base
A lo largo de su campaña, Trump ha dirigido fuertes críticas hacia Harris, enfocándose en la economía, un tema prioritario para los votantes. Debido a que las tasas de desempleo se mantienen bajas y la inflación ha mostrado signos de enfriamiento, la preocupación económica sigue vigente para muchos.
De igual manera, con un tono desafiante y provocador, Trump prometió “proteger a las mujeres, les guste o no”, en un claro intento de conectar con su base conservadora. Esta retórica polémica ha tenido como objetivo movilizar a sus seguidores más leales, aunque a riesgo de alejar a otros sectores. Aun así, ha logrado avances inesperados entre votantes afroamericanos y latinos, a quienes ha advertido que la inmigración está afectando el mercado laboral.
Respecto al apoyo que ha recibido el magnate, destacan figuras como Elon Musk, uno de sus principales donantes, quien ha reforzado su campaña y aportado visibilidad en las plataformas digitales.
Harris y su coalición amplia
En contraste, Harris ha trabajado en una campaña enfocada en construir una coalición diversa que incluye a demócratas liberales, independientes y republicanos moderados descontentos.
A su vez, su campaña ha girado en torno a la protección de derechos reproductivos, un tema que ha movilizado especialmente a las mujeres desde la decisión de la Corte Suprema que eliminó el derecho al aborto en 2022.
“Es crucial garantizar que las mujeres de este país tengan control sobre sus cuerpos”, expresó Harris en múltiples eventos, enfatizando la importancia de este tema para su campaña. Sin embargo, Harris ha enfrentado críticas de sectores pro-palestinos, descontentos por el apoyo de la administración Biden a Israel en el conflicto con Gaza. No obstante, pese a que la candidata no ha anticipado un cambio en la política exterior, aseguró que trabajará en favor de una solución pacífica en la región.
Por otra parte, con la retirada de Biden, Harris revitalizó al Partido Demócrata con una campaña dinámica y enérgica, atrayendo apoyo de celebridades como Taylor Swift y Beyoncé, lo cual le permitió consolidar un fuerte respaldo entre los jóvenes. Esta estrategia ha resultado efectiva para equilibrar la ventaja que Trump tenía sobre Biden en las encuestas, sumando a sus eventos a miles de seguidores entusiastas por un cambio.
Cierre de campaña y eventos sorprendentes
Ambos candidatos emplearon el último fin de semana recorriendo los estados clave en busca de cada voto disponible. Trump cerró su campaña en Michigan, y Harris realizó sus eventos finales en Pittsburgh y Filadelfia.
Además, es importante mencionar que este martes marca el final de un ciclo electoral agitado y lleno de sorpresas. En mayo, un tribunal de Nueva York declaró culpable a Trump de falsificación de registros para ocultar pagos a una estrella de cine para adultos, lo que afectó considerablemente su imagen. Poco después, Biden sorprendió al país al retirarse de la contienda debido a presiones internas del partido, que cuestionaban su capacidad de liderazgo a sus 81 años. Esta decisión abrió la puerta para Harris, cuya entrada reavivó el entusiasmo demócrata, resultando en una recaudación histórica de más de mil millones de dólares en solo tres meses.
Expectativa nacional y alta participación
Más de 80 millones de estadounidenses ya han ejercido su voto anticipado, por correo o en persona, lo que muestra un nivel de participación excepcional. No obstante, como consecuencia de la alta competitividad en los estados clave, es posible que el resultado final tarde días en conocerse. Los votantes están a punto de escribir un nuevo capítulo en la historia política del país.