3 policías detenidos en caso Giovanni López, lo arrestaron y regresaron muerto, en México.

Las autoridades del estado mexicano de Jalisco intervinieron el viernes a la policía del municipio donde el joven Giovanni López fue asesinado, supuestamente a golpes, después de ser arrestado por agentes locales con el objetivo de investigarla. Además, detuvieron a tres policías como los presuntos responsables del homicidio que el jueves provocó fuertes disturbios en Guadalajara, la capital.

El gobernador Enrique Alfaro se comprometió a esclarecer el caso de violencia policial pero en rueda de prensa dijo que las protestas que acabaron con 28 detenidos, seis policías heridos, uno quemado, tres patrullas incendiadas y daños diversos al palacio de gobierno y otros edificios, tuvieron motivación política al vincular la muerte de López con su gestión de la pandemia y surgieron de los “sótanos del poder” en Ciudad de México.

“Lo que tiene que quedar claro es qué fue lo que sucedió, lo que está quedando en evidencia es que este invento, esta historia que quisieron construir con fines políticos para crear más indignación de que Giovanni había sido asesinado por no traer cubrebocas es una mentira, así de claro”, indicó Alfaro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, que no ocultó sus diferencias políticas con Alfaro también en la gestión de la pandemia, se deslindó de lo ocurrido en Guadalajara y dijo que son las autoridades estatales y la Comisión Nacional de Derechos Humanos quien debe investigar. “No tengo yo que ver nada con lo que sucedió en Jalisco”, aseguró.

Cientos de personas marcharon la tarde del jueves en Guadalajara para exigir justicia en la muerte de López, que fue detenido en Ixtlahuacán de los Membrillos, 40 kilómetros al sur de Guadalajara, el 4 de mayo, y hay varias manifestaciones más convocadas con el mismo fin.

Aunque la protesta no fue masiva, tuvo especial eco mediático porque ocurrió cuando Estados Unidos se ve sacudido por las manifestaciones provocadas por la muerte de George Floyd, también por un abuso policial, y porque se trascendió que el posible motivo del arresto de López había sido no utilizar la mascarilla que Jalisco decretó como obligatoria durante la pandemia.

Además, la exigencia de justicia por el presunto homicidio de López a manos policiales cobró más notoriedad cuando se unieron a ella figuras como el laureado cineasta Guillermo del Toro.

Alfaro acusó a la Secretaría de Gobernación de mentir al vincular la muerte de López con su combate contra COVID-19

“El hecho se da en el contexto de las medidas restrictivas implementadas por el gobernador de Jalisco para hacer frente a la pandemia, que incluyen el uso de la fuerza pública, y que llevó a la comisión de abusos por parte de la autoridad”, decía el comunicado de este departamento.

El caso de López también conllevó la condena de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, que pidió a las autoridades de Jalisco “enviar un mensaje claro e inequívoco de que no se tolerarán violaciones a derechos humanos en la implementación de las medidas de emergencia durante la pandemia”.

El gobernador había explicado en su cuenta de Twitter que “según el reporte oficial de la comisaría, la detención fue por una falta administrativa y por supuestamente agredir a los policías municipales” pero un video de su detención muestra a agentes de la policía municipal sometiéndolo dentro de una patrulla mientras los residentes les cuestionaban por qué se lo llevaban si no había hecho nada.

En el video, uno de los testigos preguntaba si era porque no llevaba cubrebocas. Horas después fue retirado de su celda para recibir atención médica y murió.

El jueves, después de los disturbios en Guadalajara y un mes después de la detención de López, Alfaro calificó su muerte como “una atrocidad” y prometió resultados “en las próximas horas”.

El fiscal del estado, Gerardo Solís, reconoció el viernes que se investiga si los policías locales pudieron detener a López para entregarlo al crimen organizado, ya que había muchas anomalías en ese cuerpo policial: agentes que estaban trabajando sin estar dados de alta o más de una treintena que no habían pasado los controles de confianza. Además, indicó que el alcalde tenía una investigación abierta por otros motivos que no detalló. Al intervenir a la policía, la seguridad local quedó el viernes en manos del estado.