Colombia enfrenta su nivel de nacimientos más bajo en la historia: expertos advierten sobre un futuro incierto

El país ha registrado la cifra de nacimientos más baja desde que existen registros oficiales. De acuerdo con los últimos datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2024 apenas nacieron 510.000 bebés, lo que representa una caída del 13 % respecto al año anterior y marca un hito preocupante en la evolución poblacional del país.

La tendencia decreciente, que comenzó a evidenciarse con fuerza hace poco más de una década, se ha acelerado debido a una combinación de factores sociales, económicos y culturales. Entre ellos se destacan el aplazamiento de la maternidad, el aumento de la educación superior entre mujeres, la incertidumbre económica y los cambios en los modelos familiares.

Las consecuencias que ya se sienten

Especialistas en demografía advierten que la baja natalidad traerá consigo impactos estructurales profundos. Según proyecciones recientes, si la tendencia continúa, Colombia podría enfrentar en los próximos años una disminución significativa de su población económicamente activa, lo que afectaría la productividad y pondría en jaque la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y salud.

“Nos encontramos en una transición demográfica acelerada”, señala Carolina Melo, experta en poblaciones del DANE. “Una población que envejece sin el relevo necesario de jóvenes genera presiones fiscales enormes. Países como Japón y varias naciones europeas son ejemplo de los desafíos que podrían esperarnos si no actuamos a tiempo”.

¿Qué está motivando a los colombianos a tener menos hijos?

Diversos estudios apuntan a que los colombianos sienten que las condiciones para formar una familia no son favorables. El encarecimiento de la vivienda, el desempleo juvenil, la inestabilidad laboral y las exigencias económicas para garantizar educación y salud de calidad son algunas de las principales razones que desincentivan la maternidad y la paternidad.

Asimismo, fenómenos culturales como la valoración de proyectos personales y profesionales, junto con un acceso más amplio a métodos anticonceptivos y a educación sexual, han modificado las prioridades de las nuevas generaciones.

Un reto para el Estado

Ante este panorama, el gobierno nacional enfrenta el desafío de diseñar políticas públicas que incentiven la natalidad, como subsidios a familias jóvenes, licencias parentales más extensas y programas de conciliación laboral y familiar. Además, se plantean estrategias para adaptar el país a una población cada vez más envejecida, desde infraestructuras inclusivas hasta reformas profundas en el sistema de pensiones.

Colombia, como otros países de América Latina, se encuentra en una encrucijada demográfica que definirá buena parte de su futuro. Lo que está en juego no es solo el tamaño de su población, sino la capacidad de sostener su crecimiento económico, garantizar la equidad intergeneracional y preservar la vitalidad de su tejido social.