Jeff Bezos, fundador de Amazon y dueño de “The Washington Post”,  había mantenido una postura de “manos libres” en cuanto a la política editorial durante sus primeros años como dueño del medio pero la intervención de Bezos se intensificó con el paso del tiempo, especialmente durante las elecciones presidenciales de 2020. Ahora, este día Bezos informó sobre la orientación de la política editorial del periódico hacia un enfoque más estrecho, limitando la sección de opinión a dos temas fundamentales: “las libertades personales y los mercados libres”. Este giro ha generado una gran controversia, pues se aleja de la tradición del Post de tratar una amplia gama de temas, y refleja las presiones externas a las que los medios de comunicación se ven sometidos en tiempos de polarización política.

En un correo electrónico dirigido a los empleados del Post, Bezos expresó claramente sus intenciones: “Vamos a escribir todos los días en apoyo y defensa de dos pilares: las libertades personales y los mercados libres”, y agregó que cualquier punto de vista contrario sería “dejado para que otros lo publiquen”. Este mensaje, que fue compartido por el propio Bezos en X, la plataforma antes conocida como Twitter, ha sido visto como un intento de alinear la postura del periódico con posturas conservadoras, más cercanas a la derecha política de Estados Unidos.

El resquebrajamiento de la política editorial tradicional

Desde que Bezos adquirió The Washington Post en 2013, había mantenido una postura relativamente distante en cuanto a la política editorial del periódico. Sin embargo, su enfoque comenzó a cambiar de manera más notoria durante las elecciones presidenciales de 2020, cuando bloqueó un respaldo del consejo editorial del Post a Kamala Harris, la rival de Donald Trump. Este acto, que levantó una fuerte polémica, fue justificado por Bezos como una manera de evitar cualquier percepción de sesgo en un contexto electoral tan polarizado. La decisión, que resultó en una significativa pérdida de suscriptores y la renuncia de varios empleados, subraya cómo los medios de comunicación se vieron presionados por la administración de Trump, que constantemente atacó a aquellos medios que no se alineaban con su discurso.

“Los respaldos editoriales crean una percepción de sesgo en un momento en que muchos estadounidenses no creen en los medios”, comentó Bezos, reconociendo la necesidad de manejar con cautela la influencia política en un momento de desconfianza generalizada hacia los medios tradicionales. Esta declaración también refleja la manera en que figuras como Trump, al descalificar y atacar a los medios críticos, sembraron un clima de autocensura, en el cual incluso los periódicos más influyentes se vieron forzados a reconsiderar sus políticas editoriales para no ser percibidos como parcializados.

Un cambio que afecta a la redacción

El giro editorial hacia un enfoque centrado en la defensa de “las libertades personales y los mercados libres” provoca un cambio significativo dentro de la redacción de The Washington Post. Como consecuencia, el editor de opinión, David Shipley, decidió “alejarse” tras el anuncio de Bezos sobre los nuevos pilares editoriales, un gesto que ilustra las tensiones internas que han surgido debido a la dirección que Bezos decidió seguir. 

Aunque no está claro si la salida de Shipley fue una renuncia voluntaria o una despido, la situación ha puesto de manifiesto la profunda división que este cambio ha provocado en la cultura interna del periódico. Bezos dejó claro que su enfoque era firme: “Si la respuesta no era ‘un sí rotundo’, entonces debía ser ‘no'”. Este tipo de intervenciones en la política editorial destaca cómo los intereses de los propietarios pueden moldear no sólo la postura pública de un medio, sino también las dinámicas internas de trabajo.

Este cambio también se enmarca dentro de la creciente tendencia de concentrar el poder mediático en manos de multimillonarios, una situación que plantea serias preguntas sobre la independencia de los medios en una era en la que el control de la información parece cada vez más condicionado por los intereses de quienes poseen grandes corporaciones. En el caso de Bezos, su énfasis en los mercados libres y las libertades personales resuena con el ideario conservador y neoliberal, lo que marca un claro distanciamiento de la tradición del Post de mantener un enfoque más pluralista.

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Reacciones dentro del medio

La nueva línea editorial de The Washington Post generó reacciones encontradas dentro de la redacción. Algunos empleados, como Jeff Stein, jefe de economía, se han mostrado preocupados por lo que consideran una “invasión” de Bezos en la libertad editorial del periódico. Tras el anuncio, Stein escribió en X: “Una gran invasión de Bezos en la sección de opinión de The Washington Post”, subrayando que las voces disidentes probablemente ya no encontrarán un espacio en la plataforma del periódico. 

Respaldo de aliados políticos y críticas de opositores

Por otra parte, este cambio editorial fue bien recibido por algunos de los aliados de Trump. Elon Musk, conocido por su postura política conservadora, celebró el giro de Bezos en las redes sociales, calificando la decisión como positiva: “¡Bravo, @JeffBezos!” El comentarista conservador Charlie Kirk también aplaudió la medida, argumentando que “la cultura está cambiando rápidamente para mejor”. Estas voces, cercanas a la derecha política, celebran el enfoque de Bezos como un paso hacia la normalización de los valores conservadores en los medios tradicionales.

No obstante, no todo el mundo está de acuerdo con la nueva dirección del Post. El senador Bernie Sanders, un firme defensor de los medios independientes, calificó el cambio editorial como un ejemplo de “lo que se ve con la propiedad oligárquica de los medios”. Sanders, conocido por su crítica al poder de los grandes empresarios, advirtió que esta tendencia de concentrar los medios en manos de unos pocos puede ser peligrosa para la democracia, ya que limita la pluralidad de voces y favorece a quienes ya poseen grandes fortunas.

Más cambios en la redacción del Post

Este giro hacia un enfoque más conservador no es el primer cambio que Bezos ha implementado en The Washington Post desde su adquisición. En los últimos años, el periódico experimentó varias reestructuraciones, incluidas nuevas divisiones orientadas a atraer a los lectores a través de redes sociales y el uso de inteligencia artificial. No obstante, muchos empleados se han sentido incómodos con estos cambios y, en algunos casos, decidieron renunciar, como fue el caso de Sally Buzbee, quien dejó su puesto como editora ejecutiva en 2021 debido a las nuevas directrices.

A pesar de estas tensiones, Bezos sigue firme en su visión de “modernizar” The Washington Post y orientarlo hacia lo que él considera los principios fundamentales de la democracia estadounidense: “la libertad individual y el libre mercado”.