El fin de semana, las calles de Dublín se llenaron de protestas, violencia y caos después de que un hombre sin identidad revelada, apuñalara a cinco personas, entre ellas tres niños, en una escuela local el día jueves 23 de Noviembre. Pero las manifestaciones se convirtieron rápidamente en violentos disturbios, que causaron destrozos, saqueos de tiendas e incendios.

Al difundirse la noticia del ataque, Conor McGregor acudió a Twitter para expresar su indignación, pero sus mensajes se convirtieron rápidamente en un discurso de odio que ahora está siendo investigado por la policía irlandesa. Tras la tragedia, McGregor tomó las redes sociales para pedir “tortura y muerte” para el sospechoso, incitando aún más al odio y la división.
Su tuit insinuaba que el sospechoso era extranjero, lo que avivó los rumores y las tensiones en torno a los disturbios. Sin embargo, las autoridades no han revelado la nacionalidad del sospechoso y no está claro en qué pruebas se basó McGregor para tuitear.
También criticó a los dirigentes irlandeses y sus políticas de inmigración, afirmando que “esto está ocurriendo porque ahora se nos está dejando llenar nuestras ciudades y comunidades con gente a la que no hemos invitado” y pidiendo que se haga un cambio. Sin embargo, su retórica pronto se convirtió en mensajes de odio hacia los inmigrantes, en particular los procedentes del país de Argelia.
El comisario de la Garda irlandesa, Drew Harris, se refirió a los disturbios y a la información falsa que se propagaba por Internet, condenando la violencia como “vergonzosa” y alimentada por “una facción de hooligans impulsada por la ideología de extrema derecha”. McGregor respondió a la declaración de Harris, instando a que se tomen medidas y se haga un cambio para evitar que se produzcan incidentes similares en el futuro.
En respuesta a ese tuit que publico Paul Golding, McGregor dijo: “Entiendo que hay que dar un paso para garantizar el cambio que necesitamos. Y rápido”.