Diana Manzo, IstmoPress, recuperado de Desinformémonos
26 de abril de 2021
Un niño de 8 años de edad piensa en juegos y juguetes, Fausto Carrasco Echeverría además de todo eso, ama leer y escribir cuentos bilingües – ombeyiüts y castellano- ; así comienza la historia de este pequeño que ganó un concurso de cuento organizado por el Centro de las Artesa San Agustín (CaSa) y como premio pidió libros y donó 50 mil ejemplares a San Mateo del Mar, Oaxaca, una localidad ikoots asentada en el Istmo de Tehuantepec.
Su libro favorito, es de los dinosaurios, y le atraen porque le hubiera gustado vivir en la época en que existieron, pero por fortuna existen los libros y Fausto los hojea infinidad de veces, además de dibujarlos.
Los 50 mil ejemplares literarios llegaron el pasado 19 de abril la Biblioteca Municipal “Margarita Maza de Juárez” de San Mateo del Mar, único espacio donde los niños y jóvenes de esta localidad pueden consultar un libro de forma física, aunque la idea original de Fausto es donarlos a su escuela, porque no cuenta con una biblioteca escolar y así sus compañeros tengan acceso a los libros y aprendan a recrearse de historias del mundo entero.
“Me siento feliz, porque llegaron los libros y ahora ya puedo ir a la biblioteca a leer los libros todos los días” expresó Fausto al compartir que él y sus compañeros podrán introducirse al mundo de los libros y aprender más historias, para después dibujarlas.
De carácter alegre, risueño y muy platicador, el estudiante de tercero de primaria de la escuela bilingüe “Adolfo López Mateos” señaló que su sueño es que su escuela que se ubica en un espacio alterno, tenga una biblioteca, porque para él significa un espacio de imaginación, donde los libros lo transportan con historias no vistas ni conocidas, pero que le gustan.
Fausto fue motivado por su madre, Gloria Mbajnüx Echeverría Palafox para que participara en el concurso de cuento que organizó el año pasado el CaSa, pero le advirtió que de ganar, él pediría libros y no dinero en efectivo.
El cuento que escribió y ganó el concurso se llama: “Mitiüüd nine lil” (El camino del pequeño camaleón)” retrata la vida de un camaleón que va en busca de su madre, y en ese encuentro aparece una serpiente y como piensa que se lo comerá, cambia de color a verde y conforme va caminando va adoptando los colores de un árbol, después gris como la arena, hasta llegar nuevamente al encuentro con su madre”.
Fausto espera que pronto regrese a clases presenciales para que los maestros y directivos habiliten un espacio para la biblioteca escolar y así trasladar los ejemplares, con la intención de que sus compañeros puedan apreciarlos todos los días.
Su madre Gloria, que es profesora de primaria explicó que por fortuna, en la institución donde imparte clases qué es la misma donde Fausto acude todos los días, le ha inculcado a las niñas y niños el amor por la literatura, por lo que estos libros que recién llegados, serán el mejor conocimiento que se les puede compartir.
*Heredero del ombeyiüts
Fausto Gael trae el arte en sus arterias, de su madre Gloria Mbajnüx Echeverria Palafox y maestro bilingüe e impulsor de la lengua heredó su lengua madre, sus primeros años de vida convivió con su idioma, del cual está orgulloso de hablar y escribir.
En San Mateo del Mar , los profesores como la mamá de Fausto impulsan esta herencia lingüística en las escuelas primarias, a ellos se les reconoce que esta lengua siga creciendo en el número de hablantes y de escritores.
Ella reconoce que esa herencia lingüística es la que motivó a Fausto a escribir cuentos y convertirse en un escritor infantil.
“De mi padre lo heredé yo y ahora estamos motivamos a Fausto para que lea y escriba en nuestra lengua, y eso me da mucho gusto, porque al menos tenemos la esperanza de que lo nuestro, lo que tanto cuidamos y protegemos seguirá vivo y resistirá”.
También reconoció que dentro de las instituciones educativas también se fomenta la cultura, la escritura y la lengua de primero a sexto grado, porque quieren que su cultura siga viva por varias generaciones más.
“A mi hijo le gusta inventar historias de figuras y personajes fantásticos, entonces la idea era ayudarlo, y pues el resultado es que ganó el concurso, estamos contentos, porque la motivación del premio fue que donamos los libros y lo haremos, por fin tendremos nuestra biblioteca escolar”.
Todas las noches Fausto Gael lee un libro acompañado de su madre, y al día siguiente lo plasma en papel por medio de dibujos, después les pone texto, así transcurren sus días de este pequeño que nunca soñó en convertirse en escritor, y que ahora lo es.
Este material se comparte con autorización de IstmoPress
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Manzo, D. (2021). Fausto Carrasco Echeverría, el niño ikoots que donó 50 mil libros a su comunidad. IstmoPress. Recuperado el 27 de abril de 2021, de https://desinformemonos.org/fausto-carrasco-echeverria-el-nino-ikoots-que-dono-50-mil-libros-a-su-comunidad/