El pasado 22 de abril, en Huajuapan de León, Oaxaca, la esperanza de una generación fue apagada de manera violenta.
Hana Ali Rosales Mendoza, de 19 años, regidora juvenil, reina de belleza y estudiante de Derecho, fue asesinada dentro de su domicilio ubicado en la colonia Antonio de León.
Sujetos armados ingresaron a su vivienda y le dispararon. Tras el ataque, Hana Ali fue trasladada a un hospital para recibir atención médica; sin embargo, perdió la vida minutos después debido a la gravedad de las heridas.
Hana Ali no solo era reconocida por su participación en certámenes juveniles de belleza, sino también por su compromiso social y su incipiente carrera política. Desde el cabildo juvenil de Huajuapan de León, impulsaba iniciativas enfocadas en juventud, equidad de género y educación, mientras cursaba la carrera de Derecho, convencida de que el cambio debía construirse desde las instituciones.
Su muerte ha generado una profunda indignación en Oaxaca. Según datos de Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA Oaxaca), con su asesinato, suman 21 feminicidios registrados en la entidad en lo que va de 2025.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) confirmó que abrió una carpeta de investigación por el delito de feminicidio, aunque hasta el momento no se han reportado detenciones.
Organizaciones feministas y colectivos sociales han convocado a movilizaciones para exigir justicia en su memoria, mientras la sociedad civil se pregunta cuántas voces más deberán ser silenciadas antes de que se tomen acciones efectivas para frenar la violencia contra las mujeres en Oaxaca.
Hoy, el nombre de Hana Ali no solo es recordado en Huajuapan de León: se ha convertido en símbolo de una juventud que lucha, resiste y exige un futuro libre de violencia.