En los últimos años, Estados Unidos ha enfrentado un preocupante aumento en las sobredosis relacionadas con opioides, con el fentanilo a la cabeza de esta crisis. El fentanilo, un opioide sintético que es hasta 100 veces más potente que la morfina, se ha convertido en un producto altamente lucrativo para el tráfico ilegal y en una sustancia extremadamente letal. Los cárteles mexicanos, especialmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, han sido señalados como los principales responsables de la propagación de fentanilo en Estados Unidos, según informes de la DEA. En 2023, esta devastadora crisis cobró la vida de más de 59,000 estadounidenses.
Producción y tráfico
Los cárteles mexicanos se han convertido en expertos en aprovechar las cadenas de suministro mundiales para obtener los precursores químicos necesarios para la producción de fentanilo. Estos productos químicos suelen proceder de países como China, antes de ser desviados a laboratorios clandestinos de todo México. Los cárteles han establecido complejas redes para facilitar la adquisición, el transporte y la síntesis de estas sustancias químicas en fentanilo explotando a funcionarios corruptos, transportistas internacionales.
A diferencia de los extensos campos de adormidera necesarios para la producción de heroína, el fentanilo puede fabricarse en laboratorios relativamente pequeños y ocultos. Por ello, los cárteles mexicanos han reequipado muchas de sus capacidades existentes para centrarse en el fentanilo. Estos laboratorios se encuentran a menudo en regiones rurales remotas, donde el riesgo de detección es menor. La naturaleza sintética del fentanilo también permite su producción durante todo el año, a diferencia de los opioides de origen vegetal que tienen limitaciones estacionales.
Rutas del contrabando
Una vez producido, el fentanilo llega a Estados Unidos a través de rutas de contrabando establecidas. Estas rutas suelen incluir una combinación de canales de transporte terrestre, aéreo y marítimo. Las técnicas van desde sofisticados túneles que discurren bajo la frontera entre Estados Unidos y México hasta operaciones de transporte marítimo comercial y vehículos de pasajeros que transportan drogas ocultas. Los cárteles han utilizado incluso objetos cotidianos, como juguetes y ropa, para ocultar sus mortíferos cargamentos.
Los cárteles ocultan el fentanilo en pastillas falsificadas diseñadas para parecerse a medicamentos de venta con receta como la oxicodona, el Xanax y el Percocet. También mezclan fentanilo en polvo con otras drogas, como cocaína, heroína y metanfetamina, a menudo sin el conocimiento de los consumidores.
Influencia económica de los cárteles
Los incentivos económicos para que los cárteles trafiquen con fentanilo son enormes. El coste relativamente bajo de los precursores químicos, comparado con los elevados precios en la calle en EE.UU., se traduce en un alto margen de beneficios. Estas ganancias económicas se reinvierten en las operaciones de los cárteles, lo que les permite ampliar su influencia y sus capacidades. Este círculo vicioso perpetúa la crisis del fentanilo, ya que más recursos significan más producción y una distribución más amplia.
El Cártel de Sinaloa, liderado por los hijos del célebre narcotraficante Chapo Guzmán, conocidos como los “Chapitos”, ha hecho del fentanilo su principal fuente de ingresos desde 2012. Es tan amplio el alcance de estos cárteles, que operan en más de 40 países y mantienen presencia en los 50 estados de Estados Unidos.
Esfuerzos bilaterales
El informe de la DEA ha provocado tensiones con el Gobierno mexicano, y el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha negado cualquier incoherencia en la cooperación bilateral. Sin embargo, el informe suscita preocupación sobre la capacidad de México para combatir el narcotráfico y ha dado lugar a llamamientos en favor de una mayor cooperación entre ambos países.
A medida que la crisis del fentanilo alcanza niveles alarmantes en los EE.UU., la DEA insta al público a permanecer vigilante y consciente del peligro extremo que supone este opioide sintético. El informe sirve como llamada de atención para que las autoridades tomen medidas inmediatas y refuercen la cooperación entre Estados Unidos y México para combatir el narcotráfico y salvar vidas.
La influencia de los cárteles mexicanos en la crisis del fentanilo en Estados Unidos es innegable y polifacética. Desde la producción hasta la distribución, estas organizaciones criminales han capitalizado el lucrativo mercado de los opioides sintéticos, en grave detrimento de la salud pública en Estados Unidos.
Con información de la DEA