José Antonio Román, La Jornada
Ciudad de México. A las condiciones de desventaja y discriminación que ya tienen las mujeres en el mercado laboral, se suma el hecho de que ocupan un porcentaje mayor en el personal con actividades de alto y muy alto riesgo en el contexto de la pandemia de Covid-19, con 20.8 por ciento, contra 16.1 por ciento, de los hombres.
En el seminario virtual sobre Trabajo y desigualdades de género en el contexto de Covid-19, Edith Pacheco Gómez Muñoz, profesora – investigadora de El Colegio de México (Colmex) señaló que en el mercado laboral persisten condiciones extremas de precarización y tiene una responsabilidad muy importante en la “escandalosa desigualdad social” y situación de pobreza que se vive.
Junto con Araceli Damián González, académica y actual directora general del Consejo de Evaluación para el Desarrollo Social (Evalúa) de la Ciudad de México, e Indra Rubio, coordinadora del programa de género y derechos económicos, sociales, culturales y ambientales del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, esta primer sesión del seminario dedicada al trabajo, género y Covid-19, fueron analizados algunas de las condiciones de desigualdad agravadas por la pandemia, donde el rol de las mujeres y niñas cobra una relevancia significativa al ser las responsables de las labores de cuidado y de una gran parte de la respuesta sanitaria.
La investigadora Edith Pacheco, especialista en temas de mercados de trabajo, género y familia, explicó que la identificación de una ligera mayor exposición de las mujeres en las actividades de alto y muy alto riesgo, se basan en el cruce de los datos de varias encuestas nacionales, entre ellas la de ocupación y empleo, y la clasificación de las actividades declaradas por el gobierno como esenciales en medio de la pandemia.
Precisó que uno de los sectores donde se observa este fenómeno es el de la enfermería, dominado esencialmente por mujeres. El cruce de datos también encontró que en aquellas actividades catalogadas como “frontera y mixta”, el porcentaje de presencia femenino es, igualmente, mayor al de los hombres.
Por su parte, Araceli Damián precisó que en esta crisis ha caído brutalmente la participación laboral, se redujo el número de horas trabajadas, y a diferencia de otras crisis, la baja en el sector informal es más fuerte, siendo éste donde las mujeres tiene también una mayor presencia.
Insistió en la propuesta de un aprobar un “ingreso ciudadano universal” que permita prácticamente sobrevivir y quedarse en casa, pues muchas personas se ven obligadas a salir diariamente para ganarse la vida. Señaló que esta propuesta de dicho ingreso debe ser permanente y no solo temporal a causa de la pandemia.