El brutal asesinato de Michelle Dayana González, una niña colombiana de 15 años, ha conmocionado al país y ha desatado clamores de justicia. González fue encontrada descuartizada el pasado jueves 8 de diciembre en el barrio San Judas de la ciudad de Cali, Valle del Cauca.
El atroz crimen ocurrió en la noche del pasado jueves 7 de diciembre, mientras el país celebraba la tradicional “Noche de las Velitas”. Michelle Dayana fue víctima de un oscuro y siniestro personaje, Hárold Andrei Echeverry, quien trabajaba como vigilante en un taller mecánico.
Las partes del cuerpo de la menor fueron encontradas en el mismo taller mecánico, un escenario que sin duda ha causado un impacto aún mayor en la sociedad. Sin embargo, lo más alarmante es que el presunto asesino ya tenía antecedentes por delitos sexuales y se encontraba prófugo, además de que no era la primera vez que acosaba a Michelle y a su hermana.
Captura del sospechoso
Las autoridades ofrecían una recompensa de hasta 100 millones de pesos por el paradero de Echeverry, quien se encontraba prófugo de la justicia. Mientras tanto, los familiares y amigos de Michelle Dayana le dieron el último adiós en el Parque Memorial La Ermita de la ciudad de Yumbo, un momento emotivo que evidencia el dolor y la rabia que siente la sociedad colombiana ante este terrible acto de violencia contra la mujer.
Harold Echeverry, guardia de seguridad del mismo taller donde fue encontrado el cuerpo de Michel, fue capturado en el barrio Ciudad Porfía de Villavicencio. La captura fue posible gracias a un exitoso operativo liderado por la Policía, que había ofrecido una recompensa por información que condujera al paradero de Echeverry. Esta noticia ha traído alivio y satisfacción no sólo a la afligida familia de Michel, sino también a toda la comunidad que ha estado esperando ansiosamente este día.
Al parecer, Echeverry había huido al municipio de Chicoral, Tolima, donde consiguió ayuda de grupos religiosos para esconderse y luego viajó al departamento del Meta. Allí trabajó como mototaxista en un intento de conseguir dinero y escapar a Venezuela, pero sus planes se vieron frustrados por las autoridades.
Mientras continúa la investigación sobre este atroz crimen, se espera que Harold Echeverry comparezca pronto ante un juez para responder por sus actos.
La comunidad espera que la justicia sea implacable con el presunto asesino y que se haga justicia en memoria de la joven Michel Dayana González. Es hora de alzar la voz y exigir justicia y seguridad para las mujeres en Colombia. La violencia de género no puede seguir cobrando vidas inocentes, es responsabilidad de todos como sociedad tomar medidas efectivas para prevenir y combatir estos crímenes.
Con información de El País