Kerman, IRÁN – En un giro trágico de los acontecimientos, Irán sufrió un ataque mortal cuando dos explosiones arrasaron la ciudad de Kerman, donde se encuentra la tumba del general iraní Qassem Soleimani. Las explosiones cobraron la vida de 100 personas y dejaron más de 140 heridos.
Las explosiones ocurrieron cerca de la mezquita Saheb al-Zaman, donde cientos de personas se habían reunido para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de Soleimani. El poderoso general iraní murió en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en el aeropuerto de Bagdad el 3 de enero de 2020.
Las explosiones, que se llevaron a cabo con dos bolsas que contenían bombas, tuvieron como objetivo la mezquita de Saheb al-Zaman, donde está enterrado Soleimani. Según los medios estatales, las bombas fueron detonadas por control remoto, provocando caos y pánico mientras la multitud intentaba huir de la zona. Si bien ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque, los funcionarios iraníes lo han calificado de “acto terrorista”. El alcalde de Kerman, Saeed Tabrizi, afirmó que las bombas explotaron con 10 minutos de diferencia.
Mientras las tensiones continúan aumentando en el Medio Oriente, este ataque es un sombrío recordatorio de la amenaza siempre presente de violencia en la región. Ahora, mientras Irán lamenta la pérdida de más vidas inocentes, el mundo espera la respuesta de Irán y la búsqueda de respuestas a este acto de violencia.