El Canal de Panamá, una arteria económica vital que conecta Estados Unidos y China, se enfrenta a su mayor crisis de los últimos tiempos debido a una escasez de agua sin precedentes en la región. Esto ha provocado un descenso significativo de los ingresos del corredor marítimo, y la Autoridad del Canal de Panamá prevé una disminución de ingresos de entre 150 y 200 millones de dólares para el próximo año fiscal.
La sequía ha obligado al Canal de Panamá a limitar a sólo 32 el número diario de buques que transitan por la vía marítima, frente a los 36-38 habituales, lo que se traduce en una reducción de la capacidad comercial y de los ingresos de la agencia gestionada por el gobierno. El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, dijo en un comunicado que “estamos planificando que vamos a transitar entre 30 y 32 buques por día (en el año fiscal 2024), en lugar de los 36 a 38 buques que transitamos regularmente, cuando tenemos la capacidad de agua”. Esto, añadió, se refleja claramente en el presupuesto de la agencia para el año fiscal 2024, con las proyecciones financieras basadas en un calado previsto de 44 pies y un tránsito diario máximo de entre 30 y 32 buques.
El Canal depende en gran medida de los lagos Gatún y Alajuela, alimentados por la lluvia, para su abastecimiento de agua, y la prolongación de la estación seca ha afectado enormemente a los niveles de estos lagos. Por desgracia, la temporada de lluvias acaba de empezar y está por ver si este año traerá suficientes precipitaciones para llenar los embalses.
El Canal de Panamá es una ruta comercial clave entre Estados Unidos y China, por donde pasa cada año el 3% del comercio mundial. Para amortiguar los efectos de la sequía y permitir que más barcos naveguen por el canal, la agencia ha aumentado la capacidad de servicio de la ruta, que hace siete años vio inaugurado un nuevo juego de esclusas para dar cabida al paso de buques más grandes.
La Autoridad del Canal de Panamá espera que la situación mejore en los próximos meses, pero ha advertido de que si la crisis persiste, la agencia se verá obligada a tomar nuevas medidas restrictivas para preservar los niveles de agua del canal. Por ahora, la agencia seguirá trabajando duro para asegurarse de que se cumplen sus objetivos de ingresos, al tiempo que gestiona cuidadosamente los recursos de la zona.
Con información de AP