La historia de María Fernanda Sánchez Castañeda, una joven mexicana de 24 años desaparecida en Berlín el 22 de julio, tuvo un final desgarrador el pasado sábado. Las autoridades alemanas informaron del hallazgo de su cadáver en el canal de Teltow, en Adlershof, un suburbio de la capital alemana. El gobierno mexicano está verificando su identidad y aún no ha dado detalles sobre la causa de su muerte.
La desaparición de María Fernanda había movilizado a los ciudadanos de Berlín, incluida su familia, que había viajado desde México para unirse a la operación de búsqueda sobre el terreno. Voluntarios y amigos colgaron carteles con su foto e información en estaciones de metro y tren en su desesperada búsqueda.
María Fernanda fue vista por última vez con una camiseta amarilla y pantalones de lunares. Según su familia, la última vez que se comunicó con ellos fue la noche del 22 de julio. Ese día Sánchez había quedado de reunirse con unos amigos, pero cambió de planes y se quedó en casa. La familia, tras no tener contacto con ella, pidió a la residencia de estudiantes donde se alojaba que investigara y descubrió su teléfono móvil sobre la cama.
Recientes publicaciones en un grupo de Facebook sugieren que había estado buscando un psicólogo hispanohablante, ya que, según se dice, estaba pasando por un momento difícil. Sin embargo, su padre, Francisco Javier Sánchez, declaró a la emisora de radio mexicana Tv Azteca que su hija se había mostrado muy feliz y positiva durante los cinco meses que llevaba en Berlín, y que había empezado a hacer planes para viajar a España poco antes de su desaparición.
A pesar de las intensas especulaciones que rodean el caso, las autoridades han declarado que “no se puede culpar a terceros” y que se realizará una autopsia para determinar la causa de la muerte.
La familia ha pedido respeto a la memoria de María Fernanda, a su dolor y a su intimidad, en un comunicado en el que expresan su profundo pesar por la confirmación de su muerte. La ministra mexicana de Asuntos Exteriores, Alicia Bárcena, también ha expresado su solidaridad a la familia y ha asegurado que el gobierno mexicano sigue de cerca la investigación.
Aún se desconocen las circunstancias de la muerte de María, pero el caso arroja una dura luz sobre la vulnerabilidad de los estudiantes internacionales en el extranjero y los peligros de vivir en un país extranjero.