El reciente golpe militar en Níger ha puesto a prueba la determinación de Italia de llevar adelante su “Plan Mattei” bautizado así en honor del magnate de la industria energética Enrico Mattei- para forjar nuevas asociaciones energéticas en África. El plan, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, pretende desarrollar la posición estratégica de Italia en el Mediterráneo diversificando sus fuentes de energía, alejándolas de Rusia y acercándolas al vasto potencial energético de África.
En el marco de este plan, el gigante energético italiano Eni ha cerrado acuerdos con Argelia, Libia, Congo-Brazzaville, Angola y Mozambique. Estos acuerdos pretenden dar respuesta a diversas preocupaciones, como el crecimiento económico, la seguridad alimentaria, el cambio climático y las implicaciones geopolíticas de los intereses energéticos ruso-europeos.
Sin embargo, el golpe de Estado en Níger ha arrojado una sombra de incertidumbre sobre el éxito del plan. La región del Sahel ha estado tambaleándose al borde del conflicto, con la propagación de fuerzas yihadistas en África Occidental que podrían enfrentarse a las fuerzas patrocinadas por el Estado de las principales potencias de la región. La posible desestabilización podría poner en peligro infraestructuras energéticas estratégicas, provocar un aumento de la migración masiva y poner en aprietos las ambiciones de Italia.
Las consecuencias del golpe podrían agravarse aún más con la suspensión de los lazos con el bloque económico CEDEAO, dirigido por el presidente nigeriano Bola Tinubu. Nigeria ya ha cortado las exportaciones de electricidad a Níger, y nuevas sanciones económicas podrían acarrear mayores dificultades para la ya fluctuante economía de la región.
Mientras tanto, la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, se reunió con el Presidente estadounidense, Joe Biden, durante su visita a Washington para tratar la situación en Níger, y es posible que se convenza a Estados Unidos para que preste apoyo adicional a los ambiciosos compromisos de Italia en África, en su intento de cambiar sus prioridades energéticas y sus perspectivas de estabilidad regional en tiempos inciertos.
Con información de Euractiv