La muerte de un estudiante de la escuela de Ayotzinapa en México ha desencadenado una ola de indignación y polémica en todo el país. El trágico incidente tuvo lugar la noche del jueves, un día después de la manifestación pacífica de los estudiantes de Ayotzinapa en el palacio presidencial, donde exigían justicia para los 43 estudiantes desaparecidos en 2014.
Según informes, una bala, presuntamente disparada por un policía del cuartel policial en Chilpancingo, alcanzó la camioneta en la que viajaban cuatro estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa. Uno de los estudiantes, Yanqui Kothan Gómez Peralta, perdió la vida a la edad de 23 años. El Presidente ha afirmado que los estudiantes viajaban en un coche robado y abrieron fuego contra la policía, lo que provocó que los agentes respondieran con la fuerza.
Sin embargo, el padre de uno de los 43 estudiantes desaparecidos ha rebatido esta versión de los hechos, haciendo referencia a imágenes de cámaras de seguridad que muestran a los estudiantes cubriéndose detrás de su furgoneta mientras la policía les disparaba. Esta información contradictoria ha provocado indignación y ha suscitado dudas sobre el uso de la fuerza por parte de la policía.
En respuesta a la creciente presión, el presidente López Obrador ha pedido a la fiscalía federal que se haga cargo de la investigación y haga que los responsables rindan cuentas de sus actos. Mientras el gobierno trabaja para hacer frente a esta última tragedia, se pide que se ponga en marcha un cambio real.
Las familias de las víctimas, junto con organizaciones de derechos humanos, exigen una investigación exhaustiva e imparcial del incidente. También es crucial que el gobierno aborde los problemas subyacentes de corrupción, impunidad y brutalidad policial que siguen alimentando la violencia y la injusticia en México.
Con información de France 24