La expedición de OceanGate al mítico Titanic terminó en tragedia, ya que el sumergible que la empresa había estado utilizando, también conocido como Titán, fue localizado en el brezal oceánico tras perder contacto una hora y 45 minutos después de sumergirse inicialmente el pasado domingo. Se esperaba que el viaje, en el que se explorarían los restos del Titanic, aportara nuevos e increíbles datos sobre una de las catástrofes marítimas más legendarias de la historia.
Los restos del Titán fueron descubiertos por un vehículo robotizado del buque canadiense Horizon Arctic en el marco de una misión internacional de rescate. El armazón y la cubierta trasera se encontraban entre las piezas identificables halladas. La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó entonces que las piezas pertenecían al Titán al tiempo que iniciaba una investigación del incidente.
Mientras tanto, OceanGate emitió un comunicado en el que expresaba sus condolencias y confirmaba que a bordo de la misión se encontraban también su director ejecutivo, Stockton Rush, su hijo, Suleman Dawood, el aventurero y empresario británico Hamish Harding, el submarinista francés Paul-Henri Nargeolet, y un padre y un hijo paquistaníes. El submarino perdió el contacto una hora y 45 minutos después de su inmersión del domingo y, al parecer, está equipado con entre 70 y 96 horas de soporte vital, según los guardacostas estadounidenses.
Este incidente ha arrojado luz no sólo sobre la rica historia del Titanic, sino también sobre los increíbles riesgos que corren las personas para adquirir conocimientos y perspicacia. No podemos sino expresar nuestras condolencias a las familias de quienes han perdido la vida en la búsqueda de este gran empeño.