El sector estadounidense del transporte por carretera se vio sacudido el domingo por la noche al declararse en quiebra Yellow Corporation, antes conocida como YRC Worldwide Inc. La empresa con sede en Nashville, que figuraba entre las mayores compañías de transporte por carretera de capacidad media del país con 30.000 empleados, había recibido del gobierno federal un préstamo masivo de 700 millones de dólares relacionado con la pandemia, pero los problemas financieros venían acumulándose desde años antes.
A raíz de los recientes hallazgos de una investigación del Congreso que denotaban errores cometidos en la concesión del préstamo a Yaml durante la pandemia, el gobierno federal se expone ahora a importantes pérdidas de fondos de los contribuyentes. Con Yellow debiendo aproximadamente 1.500 millones de dólares, de los que 729,2 millones se debían al gobierno federal, y de los que hasta ahora sólo se han devuelto 230 millones, el panorama de lo que queda de la empresa es sombrío.
El inminente declive de las operaciones comerciales de Yellow Corp. ha hecho que sus antiguos clientes tengan que hacer frente a precios más elevados en empresas de reparto rivales, como FedEx y ABF Freight. Los responsables de Yellow han indicado que están trabajando con el tribunal federal de quiebras de Delaware con la esperanza de pagar los salarios y prestaciones a sus empleados, los impuestos al gobierno y a otros proveedores esenciales. Bruce Chan, director de investigación de Stifel, señaló que “después de que todas las partes les hayan sacado de apuros tantas veces, el interés por volver a hacerlo es limitado”.
A pesar de recibir miles de millones en ayudas de gobiernos e instituciones financieras, así como de sortear nueve meses de tensas negociaciones contractuales con Teamsters, la organización que representa a los 22.000 trabajadores sindicados de la empresa, ésta suspendió sus operaciones a finales de julio en medio de despidos de cientos de sus empleados no sindicados.
La profunda carga financiera que soporta Yellow se ha visto agravada por las continuas disputas laborales con el sindicato Teamsters. A medida que el inquietante desenlace de la trayectoria mal gestionada de Yellow Corporation llega a su ápice, la luz del resquicio de esperanza se posa sobre los 30.000 miembros de la familia Yellow, que sólo pueden esperar que el futuro del sector del transporte de mercancías traiga mejores noticias.
Con información de AP