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Un adolescente de 16 años que se identificaba como persona no binaria murió el 8 de febrero, un día después de verse involucrado en una pelea con otros tres estudiantes en el baño del colegio Owasso en Oklahoma. La muerte de Benedict, que venía sufriendo acoso desde que comenzó el curso escolar, pone de manifiesto las peligrosas consecuencias de las leyes anti-LGBTQ del estado.

Según los familiares, Benedict había sido blanco habitual de otros alumnos desde el inicio del curso escolar, enfrentándose a un lenguaje despectivo y transfóbico, así como a acoso físico. A pesar de ello, el colegio no tomó medidas suficientes para proteger a Benedict y no abordó el acoso.

Nex, que usaba pronombres neutros y no se identificaba como hombre o mujer, estaba en décimo grado en la escuela secundaria Owasso. Había estado involucrado en un altercado con tres niñas mayores en el baño de una escuela y, según miembros de la familia, se habían golpeado la cabeza contra el suelo durante la pelea. Según informes, la pelea fue interrumpida por el personal escolar y otros estudiantes, pero Benedict golpeó su cabeza contra el suelo durante el altercado. Aunque la autopsia preliminar no indicó trauma como causa de muerte, no se pueden descartar las consecuencias físicas y emocionales del acoso sufrido por Benedict. Esto genera más preguntas sobre las circunstancias que rodearon su muerte.

Es importante señalar que esta tragedia ocurre en un contexto en el que las leyes anti-LGBTQ han sido aprobadas en Oklahoma, incluyendo una que prohíbe a los estudiantes transgénero utilizar los baños acordes a su identidad de género. Los baños se usan en función de su sexo de nacimiento. Estas políticas discriminatorias no solo marginan y afectan a la comunidad LGBTQ+, sino que también contribuyen a la violencia y discriminación que enfrentan.

Es fundamental que se tomen medidas para abordar y combatir la transfobia y la discriminación en las escuelas y en la sociedad en general. Debemos garantizar un entorno seguro y acogedor para todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual. No podemos permitir que sigan ocurriendo tragedias como la de Benedict y mucho menos en los colegios donde se supone que los estudiantes vana formarse como personas.

Con información de CNN