El sábado por la noche se hizo historia en Las Vegas cuando Terence Crawford (39-0, 30 KOs) se proclamó campeón mundial indiscutible del peso welter, convirtiéndose en el segundo púgil (hombre o mujer) que gana el campeonato indiscutible en dos categorías de peso diferentes durante la era de los “cuatro cinturones” del boxeo.
En un combate desigual, Crawford demostró al mundo del boxeo por qué se le considera uno de los mejores púgiles libra por libra del mundo, dominando a Errol Spence Jr. en un emocionante combate que finalmente se decidió por decisión del árbitro, ya que la pelea se detuvo en el noveno asalto.
A lo largo del combate, Crawford hizo gala de una destreza técnica sin parangón, exhibiendo su característica combinación de velocidad, potencia y agilidad mientras asestaba golpe tras golpe y obligaba a Spence Jr. a ponerse a la defensiva. Derribó al ex campeón tres veces y siguió montando una ofensiva decidida hasta que el árbitro finalmente detuvo el combate, provocando rugidos y una erupción de emoción del público del T-Mobile Arena, que había llenado el pabellón en masa.
“Sólo soñaba con ser campeón del mundo”, declaró Crawford tras el combate, reflexionando sobre su trayectoria hasta llegar a este punto. “Nadie creía en mí cuando empezaba, pero hice que todo el mundo creyera. Y quiero dar las gracias a Spence y a su equipo, como le dije, porque sin él nada de esto sería posible para mí.”
La impresionante victoria de Crawford se unió a la de Canelo Álvarez y Devin Haney como la tercera pelea por el título indiscutible de boxeo masculino del año, así como la sexta pelea por el título indiscutible de boxeo femenino de este año.
Con 67 combates entre los dos campeones antes de la pelea, Crawford vs. Spence Jr. empató el récord de mayor número combinado de victorias (67-0 con 52 KO) para un combate de unificación del peso welter desde Óscar de la Hoya y Félix Trinidad en 1999.
La victoria simbólica de Terence Crawford es un recordatorio del talento y la tenacidad que uno debe poseer para convertirse en campeón indiscutible. Sin duda, el ejemplo de Crawford inspirará a muchos en las próximas décadas.
Con información de ESPN