La Casa Blanca confirmó este jueves, mediante su portavoz Karoline Leavitt, que el próximo 2 de abril entrarán en vigor los nuevos aranceles “recíprocos” promovidos por el presidente estadounidense, Donald Trump.
En declaraciones ante la prensa, Leavitt subrayó la importancia que tiene esta medida para la administración Trump:
“El presidente ha sido particularmente claro sobre sus intenciones para el 2 de abril, que será un gran día para nuestro país”, afirmó Leavitt. Y agregó: “Entrarán en vigor aranceles importantes”.
Dichos aranceles “recíprocos” implican gravar con impuestos aduaneros los productos importados al mismo nivel que el país exportador aplica a los productos estadounidenses, buscando así generar un equilibrio en el comercio internacional.
Al respecto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, había señalado previamente esta semana la posibilidad de que Estados Unidos suspenda estos nuevos gravámenes, siempre y cuando los países involucrados cesen las prácticas que el gobierno considera desleales.
En ese sentido, Bessent puntualizó: “Vamos a ir y decirles, miren, aquí es donde creemos que están los niveles de tarifas, las barreras no arancelarias, la manipulación de la moneda, la financiación injusta, la supresión laboral”.
A su vez, añadió que si estos países renuncian a dichas prácticas “no levantaremos el muro arancelario”.
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De acuerdo con el funcionario, el gobierno estadounidense tiene previsto dar a conocer próximamente un listado detallado con los aranceles que aplican otras naciones a los productos estadounidenses.
Estas prácticas son consideradas por Trump como particularmente dañinas para la economía estadounidense, pues sostiene que violan los principios fundamentales del libre comercio y generan perjuicios financieros significativos a su país.
Durante su campaña presidencial, Trump defendió abiertamente la aplicación de tarifas arancelarias como estrategia efectiva para financiar el presupuesto federal, proteger sectores estratégicos de la economía y corregir el déficit comercial crónico que mantiene Estados Unidos con algunos de sus principales socios comerciales.
Ahora, con su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el mandatario estadounidense ha empleado reiteradamente esta herramienta como método de presión diplomática y económica. Particularmente, su administración ha dirigido este tipo de medidas contra Canadá y México, argumentando que estos países no implementan medidas suficientes para frenar el tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha desencadenado una severa crisis sanitaria en Estados Unidos.
En consecuencia, Trump estableció inicialmente aranceles del 25 por ciento para ambos países vecinos, aunque aplazó la aplicación efectiva de gran parte de estos gravámenes hasta el próximo 2 de abril, coincidiendo con la entrada en vigor de las tarifas “recíprocas”.
Del mismo modo y por razones similares, Estados Unidos ya aplica actualmente un arancel adicional del 20 por ciento sobre productos provenientes de China, medida que se encuentra plenamente vigente desde hace algún tiempo.