Joaquín Sarmiento / AFP

Ciudadanos colombianos y militares retirados se han unido en una poderosa muestra de disidencia contra las políticas del gobierno del presidente Gustavo Petro. El 18 de octubre, una protesta pacífica organizada por el Foro Ampliado de Reserva Organizada reunirá a personas de todos los ámbitos para expresar sus preocupaciones y exigir un cambio.

La protesta se produce tras una serie de controvertidas medidas adoptadas por el gobierno, entre ellas su postura ante el actual conflicto en Oriente Próximo y varias políticas sociales internas. Estas cuestiones han provocado la frustración y el enfado generalizados de los ciudadanos, que se han echado a la calle como muestra de solidaridad.

Una de las fuerzas motrices de las protestas es la gestión del gobierno del conflicto entre Israel y Hamás. Los comentarios del Presidente Petro al respecto han suscitado críticas y han tensado las relaciones diplomáticas con Israel. El Foro Ampliado de Reserva Organizada exige una mejor defensa de la democracia y el fin de las bajas militares. Esta es la tercera protesta organizada por militares retirados este año, lo que pone de manifiesto la gravedad de sus quejas.

Por otro, la ausencia de Petro ha sido motivo de preocupación y especulación en el país, con los ciudadanos y los medios de comunicación cuestionando la razón de su silencio y la falta de apariciones públicas. La agenda privada del presidente y la repentina cancelación de múltiples actos no han hecho sino alimentar el disgusto de los ciudadanos.

A medida que aumentan las tensiones, es crucial que el gobierno atienda las preocupaciones de su pueblo y entable un diálogo significativo. Las protestas sirven para recordar que el pueblo colombiano no teme exigir cambios y ejercer su derecho de reunión pacífica. Es hora de que el gobierno escuche las voces de sus ciudadanos y trabaje para encontrar soluciones que satisfagan tanto a los manifestantes como a sus partidarios.

La protesta del 18 de octubre es un testimonio de la resistencia y la unidad del pueblo colombiano. Demuestra su inquebrantable determinación de luchar por un futuro mejor y hacer que sus dirigentes rindan cuentas de sus actos.

Con información de El Espectador

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