Foto: EnBW.

El Presidente Joe Biden está impulsando la revolución de las energías limpias en Estados Unidos con un acontecimiento histórico: la primera subasta de la historia en el Golfo de México para el desarrollo de la energía eólica marina.

Este hito para la industria de las energías limpias se identificó durante la visita de Biden al Golfo en febrero para destacar los esfuerzos de su administración por diversificar las fuentes de energía y combatir el cambio climático. El 29 de agosto, Estados Unidos convocará una licitación para arrendar zonas del Golfo con potencial para generar unos 3,7 gigavatios de energía eólica marina, suficiente para 1,3 millones de hogares.

Empresas de Europa y Asia -filiales de Equinor, Shell, RWE y TotalEnergies, así como Hanwha, Hecate Energy y Quantum Capital- compiten por un trozo del pastel de la energía limpia. Al invertir en proyectos en el Golfo, estas empresas tienen una oportunidad única de sacar provecho de la menor velocidad de los vientos, los suelos blandos y los riesgos únicos de los huracanes y los precios de la energía de la región.

La menor velocidad de los vientos, la blandura de los suelos y los huracanes del Golfo pueden plantear retos únicos al sector. Además, los bajos precios de la energía en el Sureste podrían dificultar la obtención de contratos de electricidad para la energía eólica marina, más costosa.

Para las empresas petroleras y gasísticas que ya operan en el Golfo, esto podría suponer una buena oportunidad de diversificar sus fuentes de ingresos, así como la posibilidad de participar más activamente en la construcción de nuevos proyectos eólicos marinos más cerca de casa.

La apuesta de Biden por ampliar la energía eólica marina en el Golfo, así como los anteriores arrendamientos vendidos frente a las costas de Nueva York, Nueva Jersey y California, es un gran paso adelante en el cumplimiento de sus objetivos de Revolución de la Energía Limpia. Tras años de retraso con respecto a otros países, Estados Unidos se está convirtiendo por fin en una superpotencia de la energía eólica marina, transformando no sólo la combinación energética estadounidense, sino también la economía mundial.