By Natalia Rueda 
En un gesto histórico, el Papa Francisco ha dado un paso trascendental hacia la inclusión de la comunidad LGTBI en la Iglesia católica al autorizar la bendición de parejas del mismo sexo. Este cambio de rumbo, que seguramente no será bien recibido por los sectores más conservadores, es un mensaje de amor y apertura hacia todas las personas, sin distinción de orientación sexual.
En concreto, el Vaticano ha emitido un documento a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe que avala estas bendiciones como un acto de “proximidad pastoral” hacia las parejas “en situación irregular” y hacia las parejas del mismo sexo. Esta declaración, de gran importancia doctrinal, es la primera que se publica en más de dos décadas y marca un cambio radical en la posición de la Iglesia sobre esta cuestión.
Hasta ahora, la Doctrina de la Fe había impedido a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo, argumentando que “Dios no puede bendecir el pecado”. Sin embargo, el Papa Francisco ha decidido ignorar esta postura y dar un paso hacia la inclusión y el amor incondicional, como ha promovido a lo largo de su pontificado.
Esta decisión no puede ignorarse como un paso significativo hacia la inclusión y la aceptación dentro de la comunidad católica. Sigue la decisión histórica de la Congregación para la Doctrina de la Fe el mes pasado, que permitió el bautismo de niños de parejas del mismo sexo y de personas que se identifican como transgénero.
Es importante señalar que esta bendición no reemplaza el sacramento del matrimonio en la Iglesia Católica ni cambia la posición de la Iglesia sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El énfasis del Papa en el amor, la misericordia y la aceptación ha establecido un nuevo tono para la Iglesia Católica, desafiando los puntos de vista tradicionales y generando esperanza para una comunidad más inclusiva.
Con información de La Vanguardia