En las últimas semanas, el escenario internacional se ha visto conmocionado por una serie de ataques premeditados y cuidadosamente planificados en el Mar Rojo, llevados a cabo por los rebeldes Hutíes de Yemen. Estas tácticas han generado preocupaciones sobre la estabilidad económica global y la posibilidad de una escalada en una de las rutas comerciales más importantes del mundo.
¿Quiénes son los hutíes?
Los hutíes, también conocidos como Ansarallah, han sido un actor clave en la guerra civil yemení durante casi una década. Su movimiento se originó en la década de 1990 como respuesta al régimen sunita gobernante, con el objetivo de representar y defender los intereses de la subsecta zaidi del Islam chiita, que había sido históricamente marginada en Yemen. Aunque los hutíes han estado involucrados en la guerra civil yemení durante muchos años, sus acciones recientes han atraído la atención internacional.
Repercusiones Económicas
Como importante centro para el comercio marítimo mundial, el estrecho de Bab al Mandeb, que controla el acceso al sur del Mar Rojo, ha experimentado una disminución del 70% en el tráfico marítimo desde mediados de noviembre. Esto ha perturbado la entrega oportuna de mercancías, provocando retrasos y paros en diversas industrias.
Desde el gigante de muebles Ikea hasta el fabricante de automóviles Tesla, las empresas enfrentan desafíos para cumplir sus objetivos de producción debido a retrasos en las entregas de materias primas y mercancías. Esto ha resultado en un aumento de costos y una reducción de la eficiencia, provocando un efecto dominó en la cadena de suministro.
Además, la actual sequía en el Canal de Panamá ha exacerbado aún más los retrasos en los envíos y ha obligado a las empresas a buscar rutas alternativas más caras. Esto, junto con el aumento de las tarifas de las compañías navieras para cubrir costos adicionales y primas de seguros, ha generado preocupaciones sobre la inflación. El centro de análisis Oxford Economics estima que la actual crisis en el Mar Rojo podría añadir siete décimas a la inflación global a finales de este año, si la situación persiste.
Dado que el Mar Rojo sigue siendo un paso crítico para el comercio mundial, cualquier perturbación prolongada podría tener graves repercusiones en la economía mundial. Ante esta crisis, es imperativo que todas las partes involucradas encuentren una solución rápida y pacífica antes de que las consecuencias económicas sean aún mayores.