Una hazaña de determinación, resistencia y suerte tuvo lugar recientemente en alta mar, cuando un atunero mexicano rescató a un marinero australiano y a su perra de una pequeña embarcación más de dos meses después de haber sido declarados perdidos por primera vez.
Tim Lindsay Shaddock, de 54 años, y su perrita “Bella” fueron localizados a bordo de la embarcación frente a las costas de México el lunes por la noche por Grupomar, el armador del atunero. Tras casi 3.000 millas de lucha por mantenerse a flote, sin saber cuándo ni cómo serían encontrados, Shaddock y su peluda compañera pronto iban a ser devueltos sanos y salvos a tierra.
El calvario de Shaddock empezó en abril, cuando él y Bella zarparon de La Paz (México) a bordo de su catamarán, el Aloha Toa. El enérgico hombre de 54 años pretendía embarcarse en un viaje de 6.000 km desde Baja California hasta la Polinesia Francesa. Sin embargo, una fuerte tormenta provocó un desastre imprevisible que dejó al Aloha Toa gravemente dañado y a la deriva.
Los dos tuvieron que comer pescado crudo y conservar el agua de lluvia, con pocas esperanzas de ser encontrados. Muchos se habrían derrumbado en tales circunstancias, pero el valor y la resistencia de Shaddock se mantuvieron firmes, permitiéndole sobrevivir y perseverar en la miseria.
Después de tan agotadora prueba, Shaddock, de 54 años, comentó que se encontraba “bastante bien de salud” y que sólo necesitaba descansar y comer bien. La tripulación del atunero, dirigida por el capitán Oscar Meza Oregón, se apresuró a proporcionar atención médica y alimentos a quienes lo necesitaban.
Puede decirse sin temor a equivocarse que el australiano y su leal cachorro han vencido a las adversidades y han demostrado lo que es posible con espíritu de lucha y mucho amor.