
La ciudad de Puerto Príncipe, en Haití, se encuentra sumida en una crisis cada vez más compleja y peligrosa tras la fuga de más de 4.500 presos de la mayor cárcel del país. En medio de la falta de control y la violencia desatada por varias bandas que disputan el poder en la ciudad, una figura ha surgido como una de las más preocupantes: Jimmy Chérizier, también conocido como “Barbecue” líder de una pandilla de caníbales.
Este líder, al frente de la poderosa organización criminal denominada la Familia G9, se ha convertido en una figura de temor por su brutalidad y su rol en la violencia actual. Además, su notoriedad se debe a inquietantes vídeos en redes sociales en los que se le ve comiendo carne humana. No solo eso, sino que también está vinculado a crímenes como la masacre de Saline de 2018, en la que murieron 71 personas.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca la situación en Haití. El hecho de que el primer ministro, Ariel Henry, haya abandonado el país ha generado aún más incertidumbre y preocupación. Mientras tanto, Estados Unidos, Francia y Canadá asistieron a una reunión convocada por la Comunidad del Caribe en Jamaica el 11 de Marzo para abordar la crisis.
Con Chérizier en una posición de poder, se teme que el país pueda caer en una guerra civil. El futuro de Haití sigue siendo incierto en medio de la turbulencia y la violencia en la que se encuentra sumido. Ante esta situación crítica, la comunidad internacional está llamada a actuar y encontrar una solución que restaure la estabilidad y la seguridad en este país caribeño.