Haití está pasando por una crisis humanitaria sin precedentes y enfrenta desafíos políticos sin resolver. En un esfuerzo por ayudar al país en este difícil momento, las Naciones Unidas han anunciado un plan para establecer un puente aéreo que brinde asistencia y un flujo constante de ayuda humanitaria hacia la nación caribeña. Esto se debe a la creciente violencia de las pandillas y la falta de recursos básicos en el país.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) actualmente está distribuyendo comida en Puerto Príncipe, pero la situación es desesperada ya que el programa pronto podría cerrar debido a la falta de recursos monetarios. Se estima que se necesitan al menos 10 millones de dólares para mantener este programa de ayuda vital.
El panorama en las calles haitianas sigue siendo extremadamente tenso y peligroso debido a la inestabilidad y la violencia. Incluso lugares que deberían ser considerados seguros, como la cárcel de Puerto Príncipe, se han fugado mas del 90% de sus prisioneros y ahora están envueltos en llamas. Además, las principales pandillas han tomado el control del aeropuerto internacional, lo que dificulta el acceso a la isla. Esto plantea serias preocupaciones acerca de la seguridad de la población haitiana.
El caos y la inestabilidad en Haití se han intensificado en la última semana, el Primer Ministro interino Ariel Henry finalmente aceptó renunciar y abandonar el país. En respuesta a la reciente escalada de violencia, el gobierno declaró el estado de emergencia e impuso un toque de queda en el departamento Occidental, donde se encuentra Puerto Príncipe.
Con información de EFE