Miami – Un conocido luchador de artes marciales mixtas, Jaymes Schulte, fue arrestado en Miami por su participación en una red de tráfico sexual de niños en Colombia. Schulte, que ha competido en varios países, incluido Colombia, enfrenta hasta 30 años de prisión por sus crímenes.
La investigación conjunta de autoridades colombianas y estadounidenses reveló que Schulte había viajado a Colombia al menos 10 veces entre 2018 y 2022 y tenía vínculos con una red de tráfico sexual infantil que operaba en Medellín y Bello. La investigación descubrió que Schulte había agredido sexualmente a 18 menores, de entre 4 y 13 años, solicitando sus servicios a través de las redes sociales.
Según los testimonios de las víctimas, Schulte ofrecería entre 150.000 y 300.000 pesos colombianos (aproximadamente entre 50 y 80 dólares) a cada menor por actos sexuales. Las víctimas también denunciaron que el luchador de MMA las sometió a actos degradantes y violentos.
Las pruebas contra Schulte incluyen vídeos que fueron compartidos en sitios pornográficos y grupos de pedófilos en las redes sociales. Estas grabaciones fueron fundamentales para asegurar su captura.
Lo que es aún más preocupante es que Schulte pudo ingresar a Colombia sin ningún problema, a pesar de estar catalogado como delincuente y abusador sexual en varios países asiáticos. No sólo visitó el país con frecuencia sino que también continuó tranquilamente su carrera como deportista.
Schulte se convierte en el séptimo extranjero detenido en Colombia este año por delitos sexuales, lo que pone de relieve la gravedad y magnitud del problema.
Este caso pone de relieve el problema rampante del tráfico sexual de niños en Colombia y la necesidad urgente de medidas más estrictas para proteger a los menores. La comunidad internacional debe seguir trabajando unida para detener la explotación de niños vulnerables y llevar a los responsables ante la justicia.
En cuanto a Schulte, debe afrontar todo el peso de la ley por sus despreciables acciones. Las víctimas merecen justicia y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar que la reciban.
Con información de El País