El Instituto Nacional de Migración (INM) de México anunció el hallazgo de un total de 303 migrantes que eran transportados en condiciones inseguras en todo el país, y detuvo a los presuntos responsables de transportarlos y custodiarlos.
La dependencia del gobierno mexicano informó que la primera detención se llevó a cabo en la carretera Orizaba-Puebla, durante un operativo de verificación. Se trataba de 107 migrantes, 37 adultos, 20 menores no acompañados y 21 familias que sumaban 50 personas más. Los migrantes eran nacionales de Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba y Nicaragua, y no pudieron presentar documentación que acreditara su presencia en territorio mexicano. Los menores no acompañados y los grupos familiares fueron canalizados al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), mientras que los adultos fueron llevados a las oficinas de migración.
En un incidente separado cerca de Fortín de las Flores, las autoridades descubrieron un tráiler que contenía 196 personas que decían ser migrantes pero que no podían demostrar su situación legal en México, incluidos cinco de Guatemala, cinco de la India, 19 menores no acompañados y 70 familias formadas por 167 personas. Estos niños y sus familias fueron canalizados al DIF, mientras que los ancianos fueron llevados a instalaciones del INM. Los responsables de transportar a los migrantes en el camión y la camioneta fueron detenidos y los vehículos quedaron a cargo de las autoridades federales.
El hallazgo de estos migrantes y las condiciones en las que se encontraban ponen de manifiesto el riesgo para la vida humana que representan los traficantes en su camino hacia Estados Unidos. La imposibilidad de que los migrantes dispongan de documentación regular en territorio mexicano y estadounidense y la laxa aplicación de las leyes de inmigración contribuyen a esta crisis humanitaria.