By Natalia Rueda 
En un hecho histórico, el Congreso de El Salvador aprobó el nombramiento de Claudia Juana Rodríguez de Guevara como primera mujer presidenta del país. Sin embargo, este hito ha sido recibido con controversia y preocupación sobre la verdadera dinámica de poder dentro del gobierno.
Con sólo 42 años, Rodríguez de Guevara ha trabajado estrechamente con el actual Presidente Nayib Bukele durante una década y ha ocupado diversos cargos en el gobierno. Pero su falta de presencia pública y de experiencia en cargos gubernamentales de alto nivel plantean dudas sobre su capacidad para dirigir el país.
Este controvertido nombramiento también pone de manifiesto las tendencias autoritarias de Bukele y su desprecio por las instituciones democráticas que el nota como impuestas por modelos foráneos. La medida se produce en medio de acusaciones de inconstitucionalidad, ya que Bukele y su vicepresidente recibieron una licencia de 6 meses para centrarse en las próximas elecciones de 2024.
Procedimientos salvadoreños
Aunque la Constitución salvadoreña establece que en ausencia del presidente y el vicepresidente, el poder ejecutivo estará a cargo de las personas designadas para la Presidencia, Bukele sólo presentó a una persona para este cargo: Rodríguez de Guevara.
“Bukele no va a dejar que cualquiera le arruine lo que ha hecho y por eso la propuso a ella, es parte de su círculo de dominio”, señaló por su parte la economista y analista Julia Martínez a la AFP.
Mientras El Salvador celebra la llegada de su primera mujer a la presidencia, el país también se enfrenta a importantes retos, como las luchas económicas, la división política y el agravamiento de la crisis de seguridad. Todos los ojos están puestos en Rodríguez de Guevara mientras se prepara para tomar las riendas de un país que se enfrenta a estos retos.
Sólo el tiempo dirá cómo repercutirá esta controvertida decisión en el futuro de El Salvador y su democracia. Pero una cosa es cierta, el nombramiento de Claudia Juana Rodríguez de Guevara como primera mujer presidenta es un hito para el país, pero sigue habiendo interrogantes sobre la verdadera dinámica de poder en juego.
Con información de La República
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