La política bélica puede ser compleja, pero el conflicto entre Ucrania y Rusia lleva años causando estragos. Sin embargo, en esta era moderna de tecnología avanzada, ha surgido un rayo de esperanza para Ucrania en forma del sistema de comunicaciones por satélite Starlink de Elon Musk.
Desde marzo de este año, las Fuerzas Armadas japonesas han probado Starlink para su uso en sus fuerzas terrestres, marítimas y aéreas, con planes de adoptar oficialmente el sistema en 2024. Esto llevó al ex astronauta Scott Kelly a dirigirse directamente a Musk para ver si el sistema podía utilizarse en defensa de la soberanía de Ucrania.
La respuesta de Musk ofreció un alivio muy necesario a los implicados, subrayando que Starlink es “la columna vertebral de las comunicaciones de Ucrania, especialmente en el frente, donde casi todas las demás conexiones a Internet han sido destruidas”. También expresó su compromiso de hacer “lo correcto”, al tiempo que afirmaba que, aunque los servicios pueden utilizarse con fines no militares, la empresa tiene derecho a desconectarlos.
La guerra de Ucrania ha sido profundamente problemática y una posible fuente de perturbaciones para todo el continente. El hecho de que Starlink pueda utilizarse como sistema de defensa militar puede cambiar las reglas del juego para Ucrania y conducir a una posible reconciliación mundial. Independientemente del resultado, siempre es una bendición ver a empresas como Tesla esforzándose por ayudar en situaciones como esta.