La mina a cielo abierto Peñasquito, en el municipio de Mazapil, Zacatecas. Foto Alfredo Valadez Rodríguez / Archivo

Ciudad de México. Las empresas mineras se establecen en territorios ricos en biodiversidad y generalmente salen adelante sin consulta previa a los pueblos, coincidieron participantes del Foro Latinoamericano: la lucha de los pueblos indígenas por sus territorios. Advirtieron que las leyes en los países no sirven, las mineras operan y dejan daños irreversibles.

En el foro convocado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, representantes de diferentes comunidades en varios países señalaron la problemática que enfrentan desde hace tres décadas, en las que se ha expandido la minería en los territorios indígenas.

Lucía Xiloj del Bufete Jurídico Popular de Guatemala resumió que hay marcos jurídicos diferentes en los países, pero coincide el que hay muchos territorios otorgados a concesiones mineras sin consulta previa y a veces ésta se hace sólo como trámite. No hay análisis del tema de biodiversidad y cuencas hídricas, se hace explotación y se dan permisos, los daños son irreversibles.

Agregó que la tierra es lo más importante y hay impactos irreparables para la salud, a lo cual se suma el incremento de la violencia y el aumento de problemas como el alcoholismo.

Por su parte, Ofelio Julián del Consejo Maseual Altepetajpianij dijo que la lucha en contra de la minería se origina porque el corazón de las comunidades indígenas es afectado por las explotaciones mineras, en muchos casos se instalan en sitios sagrados de los pueblos en los distintos países. Mencionó que también está el reto de garantizar la seguridad de los defensores ambientales, no sólo en su actividad pública sino también en sus viviendas.

Angélica Enciso L., La Jornada

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