By Natalia Rueda 
El conflicto legal que rodea a la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, Neuralink, ha tomado un giro inesperado con su reciente mudanza de su sede legal de Delaware a Nevada. Esta decisión se produjo después de que un juez de Delaware anulara el paquete salarial de Musk de casi 56 millones de dólares, citando preocupaciones sobre la equidad y el control que Musk tiene sobre la empresa como director ejecutivo..
Musk, quien también encabeza la compañía de automóviles eléctricos Tesla, expresó su frustración con este fallo a través de las redes sociales, sugiriendo que las empresas deberían evitar registrarse en Delaware y considerar mudarse a estados como Nevada o Texas, donde los accionistas tienen mayor poder en la toma de decisiones.
Esta mudanza a Nevada, un estado conocido por sus leyes favorables a las empresas, no es un hecho poco común para las corporaciones que buscan establecer su sede legal. Sin embargo, los expertos señalan que la reputación de Delaware como destino preferido se debe principalmente a sus leyes amigables hacia la administración de las empresas, no hacia los accionistas.
Mientras tanto, Neuralink ha captado la atención del público con su reciente iniciativa de implantar por primera vez un chip cerebral en un ser humano, lo que ha generado preguntas sobre las implicaciones éticas de esta tecnología. A medida que la empresa continúa ampliando los límites de la ciencia y la innovación, su reubicación en Nevada podría impulsar aún más su crecimiento y desarrollo en el futuro.