Con la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebra mañana en San Francisco, gran parte del mundo espera con gran expectación el esperado encuentro entre el Presidente chino Xi Jinping y el Presidente estadounidense Joe Biden. La tensión entre ambas naciones es elevada desde hace algún tiempo, alimentada por cuestiones que van desde el comercio y la tecnología hasta los derechos humanos. Pero uno de los principales asuntos en los que podría haber avances significativos durante la cumbre es la lucha contra el tráfico de fentanilo.
El fentanilo, un opioide sintético casi 100 veces más potente que la morfina, se ha convertido en una de las principales causas de muerte por sobredosis en Estados Unidos. En 2022, 107.888 personas murieron a causa de esta droga. La droga se fabrica principalmente en China y su exportación a Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo una fuente de tensión entre ambas naciones. La administración Biden ha hecho de la lucha contra esta crisis una de sus principales prioridades, y con este nuevo acuerdo se están logrando avances significativos.
Para hacer frente a este problema, China ha aceptado tomar medidas concretas para acabar con los componentes químicos utilizados en la producción de fentanilo. Aunque esto pueda parecer una victoria en la lucha contra las muertes relacionadas con las drogas, el acuerdo viene con una contraparte: el levantamiento de las sanciones contra el Instituto Chino de Medicina Forense. Una entidad que ha sido acusada de abusos contra los derechos humanos.
El levantamiento de las sanciones al Instituto Chino de Medicina Forense no sólo compromete la postura de la administración Biden en materia de derechos humanos, sino que también envía un mensaje a otras naciones de que pueden salirse con la suya con tácticas similares para conseguir concesiones de Estados Unidos.
El esperado acuerdo sobre el fentanilo es un paso importante para hacer frente a la mortal crisis de opioides que asola Estados Unidos y pone de relieve las complejidades de la relación entre Estados Unidos y China y las difíciles decisiones que deben tomarse para abordar los retos compartidos.
Con información de Time