UPS, una de las empresas de envío más grandes del mundo, ha anunciado planes para despedir a 12.000 empleados como parte de una estrategia para reducir costos. La compañía, dirigida por la directora ejecutiva Carol Tomé, señaló que este recorte de empleos ayudará a ahorrar 1.000 millones de dólares este año.
La decisión de reducir la plantilla se produce después de que la empresa informara de una disminución en los ingresos en sus tres divisiones de negocio, así como de una caída en la demanda y una mayor competencia de grandes empresas de comercio electrónico. UPS registró unos ingresos netos en el cuarto trimestre de 2023 de 1.610 millones de dólares, una cifra significativamente inferior a los 3.450 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
La mayoría de los despidos se producirán en la división de Gestión, que emplea a unas 85.000 personas. UPS tiene previsto implementar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para optimizar sus operaciones, lo que ha llevado a la necesidad de una reducción de empleos.
Los inversores respondieron al anuncio de UPS con una caída en los precios de las acciones, destacando los desafíos que enfrenta la empresa para adaptarse a una industria que cambia rápidamente. UPS, la empresa que emplea a casi 500.000 trabajadores en todo el mundo, también pedirá a sus empleados que vuelvan a la semana laboral de cinco días en 2024.
Esta noticia supone un duro golpe para la plantilla de la empresa y el impacto para los afectados podría ser devastador. La decisión también plantea dudas sobre el futuro de UPS y su estrategia general. A medida que la empresa recurre a la tecnología para impulsar la eficiencia y reducir costos, el futuro de los empleos humanos dentro de la empresa se vuelve incierto.
Con información de EFE