La trágica muerte de Kailani Guadalupe, una niña de 3 años del estado mexicano de Jalisco, pone de manifiesto la sombría realidad a la que se enfrentan las niñas y adolescentes en México. El 29 de agosto, la madre de Kailani denunció su desaparición después de que un hombre le arrebatara a la niña. Nueve días después, el 13 de septiembre, el sospechoso José Guadalupe “N” fue detenido por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas (FEPD).

La muerte de Kailani forma parte de una tendencia mayor de violencia de género contra niñas y adolescentes en México. De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en los primeros seis meses de 2023 se registraron 38 feminicidios de personas de 0 a 17 años, una disminución de 35.6% en comparación con el mismo periodo de 2022, cuando se reportaron 59 casos. Desde 2015 se han registrado 709 feminicidios de niñas y adolescentes en México. De estos, 100 fueron con arma de fuego y 107 con arma blanca. Los estados de México, Veracruz y Jalisco son los que han reportado el mayor número de feminicidios de niñas, pues representan uno de cada tres casos en el país.

La muerte de Kailani Guadalupe es un duro recordatorio de que la violencia de género contra niños y adolescentes es un problema que sigue sin abordarse en gran medida en México. Los analistas coinciden en que deben establecerse políticas y leyes para proteger a los miembros más vulnerables de la población, especialmente las niñas y las mujeres. Si México no puede proteger a sus propios ciudadanos, nadie más lo hará.

Con información de Infobae