By Natalia Rueda 
La violencia que se ha apoderado de la capital colombiana, Bogotá, está fuera de control, como demuestran los espeluznantes sucesos ocurridos sólo este mes. El 17 de agosto, una redada de la Fiscalía General de la Nación descubrió un alijo de 295 granadas y otros material explosivos en el interior de una vivienda del sur de Bogotá. Dos días antes, tres hombres murieron en el barrio de Santiago Cristóbal después de que unos asaltantes fuertemente armados abrieran fuego contra una casa.
El arsenal fue descubierto gracias a la información de la inteligencia militar, y en la casa también se encontraron dos teléfonos móviles y medio paquete de munición del calibre 7,62, que ahora están a disposición de las autoridades. Durante las 13 horas que duró la operación no se practicaron detenciones, pero el hallazgo de explosivos ha puesto a la ciudad en estado de máxima alerta.
El descubrimiento del alijo de armas recuerda la reciente advertencia del gobierno colombiano de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) iba a enviar a Bogotá a un alto mando apodado “William”. William es conocido en el ELN como bombardero y francotirador, y podría estar preparándose para atentar contra la fuerza pública, objetivos civiles, personalidades gubernamentales e infraestructuras de interés estratégico.
Ahora surgen preguntas sobre a quién pertenecen las 295 granadas y qué más se oculta en la capital colombiana. Las autoridades colombianas han puesto en marcha una investigación sobre el caso y han solicitado a la Policía Metropolitana de Bogotá que ponga en marcha un consejo de inteligencia terrorista con el fin de descubrir cualquier posible amenaza terrorista que pueda existir.
Tras los dramáticos acontecimientos de las dos últimas semanas, muchos colombianos viven ahora con miedo, sin saber qué les deparará el futuro. Mientras la violencia sigue estallando en las calles de la capital, es fundamental que el gobierno colombiano tome medidas decisivas y eficaces para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Sólo así podremos esperar romper esta terrible espiral de violencia.
Con información de Semana