En un giro dramático de los acontecimientos, la nación sudamericana de Ecuador ha declarado un “conflicto armado interno” mientras el país se ve envuelto en una ola de violencia relacionada con las drogas. La situación se intensificó el martes cuando hombres armados irrumpieron en un canal de televisión.
El caos comenzó a principios de esta semana cuando el presidente Daniel Noboa anunció un estado de emergencia en respuesta a una serie de ataques de grupos criminales involucrados en el narcotráfico. En un discurso a la nación, Noboa declaró que el país enfrentaba una “grave crisis de seguridad nacional” y que se desplegarían militares para combatir a estas “organizaciones terroristas y actores beligerantes no estatales”.
La violencia se extendió rápidamente por todo el país, con ocho personas muertas en ataques en la ciudad portuaria de Guayaquil y dos agentes de policía brutalmente asesinados en la cercana localidad de Nobol. Para agravar aún más la situación, uno de los líderes del famoso grupo criminal Los Lobos, Fabricio Colón Pico, escapó de prisión el martes. Colón fue arrestado apenas unos días antes por su participación en un secuestro y un presunto complot para asesinar al fiscal general del país, lo que generó preocupación sobre la capacidad de las autoridades para contener la espiral de violencia.
Mientras se desarrolla la situación, el país permanece en alerta máxima, con numerosos informes de explosiones, secuestros e incendios de automóviles en varias ciudades. La declaración de un “conflicto armado interno” y la participación de los militares en asuntos internos sirven como un recordatorio aleccionador del desenfrenado tráfico de drogas que azota a toda la región.