Científicos e investigadores llevan mucho tiempo advirtiendo de que el cambio climático es uno de los problemas medioambientales más acuciantes de nuestro tiempo, y recientemente unas temperaturas récord han vuelto a poner el foco sobre este asunto. El martes 4 de julio, la NOAA informó de que la temperatura media mundial había marcado un récord de 17,18 grados Celsius (62,92 Fahrenheit), superando el récord anterior de 17,01 grados Celsius establecido el día anterior.
La combinación de El Niño prematuro y el cambio climático han hecho de este año uno de los más calurosos jamás registrados y, de momento, parece que se está cumpliendo esa predicción. Mientras la mayor parte del mundo experimenta un calor intenso a principios del verano, es probable que El Niño traiga un verano lluvioso a algunas zonas del sur de Estados Unidos, incluida la costa del Golfo.
El cambio climático lleva tiempo planteando riesgos para la salud, la seguridad y la calidad de vida de las personas, al hacer más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos extremos. Se prevé que las olas de calor, las sequías, los huracanes, las inundaciones y otros fenómenos serán más frecuentes y extremos debido a los cambios climáticos provocados por el calentamiento global. Aunque el Acuerdo de París ya se ha puesto en marcha, con muchas naciones de todo el mundo estableciendo compromisos para reducir las emisiones, deben tomarse medidas más decisivas para evitar alcanzar récords más devastadores en el futuro. De lo contrario, las consecuencias se dejarán sentir ampliamente, desde niveles alarmantes de contaminación atmosférica mundial hasta la destrucción de ecosistemas enteros.
Debemos tratar de reducir nuestra huella de carbono y tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarnos a ellos. Mientras la temperatura global sigue batiendo récords, es importante que nos tomemos en serio la gravedad del cambio climático y los riesgos que plantea. Actuemos ahora para reducir sus efectos antes de que sea demasiado tarde.