Un enorme incendio forestal está causando estragos cerca de la ciudad septentrional canadiense de Yellowknife, con consecuencias potencialmente devastadoras para sus 20.000 habitantes. El fuego, que arde a unos 17 kilómetros de distancia, amenaza con alcanzar la ciudad durante el fin de semana, lo que ha provocado una orden de evacuación inmediata de Yellowknife y sus pueblos y comunidades circundantes para el mediodía del viernes.
El fuego, uno de los 230 incendios forestales activos en los Territorios del Noroeste, ha obligado a evacuar a más de 168.000 personas en toda la región. El Ministro canadiense de Medio Ambiente para los Territorios del Noroeste, Shane Thompson, lanzó una advertencia el miércoles, afirmando que “la situación está empeorando” y “supone una amenaza real para la ciudad”.
Efectivos de las Fuerzas Armadas canadienses han estado ayudando a los bomberos en las labores de evacuación. Se ha dado prioridad a los más vulnerables para que salgan en aviones militares, mientras que se han establecido convoyes escoltados para los que abandonan la ciudad por carretera, a medida que aumenta la amenaza de una visibilidad limitada debido al espeso humo en la zona del incendio.
Sin lluvia, es probable que aumente el riesgo de que los incendios forestales causen daños permanentes en la ciudad de Yellowknife. Los bomberos están haciendo todo lo posible por contener las llamas, pero la situación sigue siendo impredecible y difícil, con muchas vidas en juego. Según Thomson, “la oportunidad que tenemos ahora mismo nos permite evacuar a todo el mundo con seguridad”. Los servicios de emergencia estarán alerta en las zonas afectadas por el humo.
A pesar de hacer todo lo posible por contener los incendios forestales, las autoridades canadienses advierten de que la situación sólo empeorará en los próximos días.